Nadie discute que los objetos decorativos son los que visten el salón, son el toque final que termina dando sentido a todo.

Aunque tengas un mueble precioso, si no colocas nada decorativo encima no tiene nada de gracia, queda vacío, por eso hay que cuidar mucho lo que elijamos, ya sean figuras, velas, flores o libros.

En este post os enseño cuatro propuestas decorativas y clicando en la foto os llevará al enlace donde poder adquirirlos.

Los relojes de arena son tendencia y crean algún tipo de efecto relajante en la gente. Yo tengo uno en mi mesa de centro y cada persona que viene a casa le da la vuelta para observarlo un rato. Pols Potten los introdujo en nuestras casas desde hace un par de años, pero Maisons du Monde ha sacado esta versión mucho más asequible.

La casa de cerámica Lladró siempre me ha encantado, además de que es de mi tierra. En casa de mis padres siempre ha estado presente con alguna figura elaborada y que había que tratar con muchísimo cuidado, pero ha sabido adaptarse a los tiempos y sacar una línea mucho más moderna que convive genial con la anterior. Una figura de Lladró es una inversión, y yo tengo estas dos sobre mi aparador y me encantan.

The Blue Guest está en múltiples colores y acabados, y el cactus pertenece a una colección de ambientadores que me parecen ideales. Eliges la fragancia que más te guste y la viertes sobre la ranura de la maceta, así que cumple una doble función.

Siempre hay que tener a mano un jarrón, y sobre todo este, que puede actuar como recipiente para flores o solo como figura decorativa. Su estilo me recuerda al de  Jonathan Adler y me parece rompedor, pero todavía hay algo mejor, su precio.